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Un Legado de Lucha, Vivienda y Economía Popular en las Casetas de Cenaprov

Por: Jorge Londoño – RadioSur 106.4 FM

Nicolás Rojas entrevista a Manuel Arana De Hotúa Presidente Nacional de Cenaprov

El barrio Policarpa, ubicado en el sur de Bogotá, es un sector histórico e icónico de la ciudad, reconocido por su papel crucial en la historia de la resistencia, la construcción popular y el desarrollo de la economía popular colombiana. Desde el pasaje de las casetas comerciales de la Central Nacional Provivienda (Cenaprov), se narra la historia de una lucha incansable por la vivienda digna, un concepto que, para sus habitantes, trasciende las “cuatro paredes” e incluye condiciones de empleo, salud, educación y dignidad para las familias.

Cenaprov: Cimientos de la Vivienda Popular

La Central Nacional Provivienda (Cenaprov) es la organización popular de vivienda más antigua de Colombia y de América Latina. Esta entidad ha hecho realidad la solución de vivienda para más de 250.000 personas en el país, fundando más de 650 barrios en más de 250 municipios. Sus orígenes se remontan a Cali, bajo el liderazgo de figuras como Julio Rincón y Alfonso Barbena, quienes eran militantes comunistas.

La lucha por el techo se trasladó a Bogotá, comenzando en el barrio Las Cruces antes de establecerse definitivamente en Policarpa Salavarrieta alrededor de 1964. En aquel entonces, los desplazados por la violencia y la industrialización no tenían acceso a vivienda, ya que las tierras estaban en manos de caudillos políticos, empresarios y la Iglesia Católica.

La ocupación del Policarpa fue una gesta liderada en su gran mayoría por mujeres cabeza de familia, con el apoyo del Sindicato de Trabajadores de la Salud de San Juan de Dios. Un intento de ocupación en Viernes Santo se convirtió en una “batalla campal” contra la policía carabinera, resultando en heridos, detenidos y muertos. No obstante, la desesperada necesidad de vivienda hizo que la gente insistiera, consolidando el Policarpa como un ejemplo de lucha para los “destechados” de Colombia.

El Genocidio Político y la Guerra Jurídica

La historia de Cenaprov está intrínsecamente ligada a la política. En las décadas de los 80 y 90, la organización fue fundamental en la extensión de barrios en Colombia gracias al surgimiento de la Unión Patriótica (UP), cuyos dirigentes ocuparon cargos como concejales y alcaldes en todo el país.

Sin embargo, este avance popular fue brutalmente frenado por un genocidio político. La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha reconocido que este exterminio costó más de 6.997 vidas en Colombia, de las cuales más de 1.000 eran dirigentes de la Central Nacional Provivienda.

Tras el exterminio violento, se desató una guerra jurídica. Los neoliberales en el Congreso montaron una legislación que privatizó el tema de la vivienda, encareciendo la tierra en los centros urbanos y rurales para beneficiar a los grandes banqueros y constructoras. Hoy, la situación es crítica: la legislación actual penaliza con más severidad a un líder comunitario que organice la compra colectiva de un lote que a un corrupto que roba billones del Estado. Esta represión legal genera miedo, lo que frena la lucha popular, a pesar de que más de 5 millones de familias hoy carecen de vivienda o servicios básicos. La vivienda se ha vuelto un lujo en las ciudades, con los arriendos creciendo un 33% en los últimos 10 años, afectando particularmente a los jóvenes.

La Economía Popular Textilera

Pasaje comercial en el barrio Policarpa Salavarrieta.

Para Cenaprov, la vivienda digna requiere empleo. Por ello, una vez asegurado el techo, comenzaron a generar las “casetitas” para darle oportunidad laboral a la gente. Este proceso comercial inició hace aproximadamente 25 años. Al comienzo, eran casetas provisionales en suelo de tierra (bareque), que poco a poco se fueron organizando con madera y, finalmente, en los 38 locales actuales.

Hoy, el pasaje comercial del Policarpa, junto con La Alquería, es un punto estratégico en Bogotá para el sector textilero y de confección. Los locales ofrecen toda clase de insumos, incluyendo hilos, botones, máquinas, cauchos y lanas.

Desiree Diaz, entrevista a la Señora Nancy Cecilia Zapulles, quien lleva 30 años en el proceso, destaca cómo este comercio ha beneficiado a muchísimas familias.

Los comerciantes luchan contra la competencia del comercio chino, aunque afirman que la mercancía nacional es de excelente calidad. Varios locales importan insumos y algunos también exportan. La galería comercial opera de lunes a sábado, de 8:00/8:30 a.m. a 6:30/7:00 p.m., siendo de fácil acceso a través de las estaciones de Transmilenio de Policarpa o La Hortúa.

María Gira Villarraga señala que el negocio ha sido su “plan B” ante la falta de empleo en su profesión.

Doña Nancy Cecilia Zapulles, quien lleva 30 años en el proceso, destaca cómo este comercio ha beneficiado a muchísimas familias, permitiéndoles financiar la educación universitaria de sus hijos. La líder María Gira Villarraga señala que el negocio ha sido su “plan B” ante la falta de empleo en su profesión.

La organización de los comerciantes es destacada. Aunque no pertenecen a una cooperativa formal, funcionan como una familia, apoyándose mutuamente ante cualquier necesidad. Han generado empleo para muchas familias de la zona y han ayudado a algunas personas a alcanzar una suerte de pensión a través de sus negocios, algo que el sistema pensional tradicional no les permitió.

El Barrio de Nuevo Tipo y la Toma Educativa

El concepto de “barrio de nuevo tipo” impulsado por Cenapro se basa en construir comunidades a partir del análisis de las condiciones de vida de sus habitantes, incluyendo la economía, la salud, el parque y la cultura. Los fundadores de estos barrios buscaban desarrollar la economía local y nacional, pues muchos llegaron como población desarraigada.

Desiree en conversación con el dirigente de Cenaprov Heider Beltrán Beltrán, en Buenas Veci.

Una historia emblemática de la lucha comunitaria en Policarpa es la toma educativa del colegio Jaime Pardo Leal. El edificio del colegio solía ser una estación de policía, instalada allí porque la población del barrio era considerada “indeseable” y a sus hijos se les negaba el acceso a los colegios distritales. La comunidad organizó un operativo al estilo de “La Estrategia del Caracol”: mientras los adultos armaban un alboroto para distraer a los policías, los niños y maestros ingresaron rápidamente para tomar el edificio con sus cuadernos y empezar a recibir clases.

A pesar de los logros, Cenaprov mantiene sueños inconclusos, como la creación de mercados populares para evitar la intermediación de los grandes comerciantes en la distribución de alimentos, conectando directamente con los campesinos. También buscan estimular microempresas locales, como panaderías o productoras de arepas, elaboradas por la comunidad para la comunidad, consolidando así la economía popular en el barrio.

La historia del Policarpa y sus casetas es una muestra viva de cómo la organización, el trabajo y la disciplina han permitido a los colombianos construir comunidad y desarrollo en medio de la adversidad. La invitación para todos los oyentes es a visitar el barrio, el Salón Cultural Luisa Morales y apoyar los 38 locales del pasaje comercial.

Equipo dem producción de Buenas Veci con los líderes de Cenaprov en el Barrio Policarpa Salavarrieta.

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